El reservorio viral en las infecciones de VIH es la cantidad de virus que permanece latente dentro de las células tras someterse a una terapia. Ahora, en un trabajo con recién nacidos, científicos españoles han demostrado que los niños que iniciaron el tratamiento durante las 12 primeras semanas de vida tenían una carga seis veces más pequeña que los que empezaron la terapia a partir de entonces.
Las personas que han desarrollado resistencias a los tratamientos contra el VIH pueden transmitir estas resistencias en el momento de contagiar la infección, por lo que la cifra de virus mutados se incrementará con el tiempo. Un estudio, liderado por instituciones españolas en una región de Mozambique (África), concluye que el tratamiento antirretroviral fracasa en el 24% de pacientes y que en un 89% de los casos esto se debe al desarrollo de resistencias contra los fármacos disponibles.
Científicos de Milán han anunciado un nuevo caso de aparente remisión del virus del sida en un niño, cuya carga viral ha reaparecido después. Sin embargo, este paciente arroja nuevas pistas para la creación de fármacos antirretrovirales más eficaces.
El bebé de Misisipi, que ya tiene casi cuatro años, mantiene una carga viral indetectable de VIH más de 40 meses después de la interrupción de la terapia antirretroviral, que comenzó apenas unas horas después del nacimiento. Otro bebé en Los Ángeles también parece potencialmente libre de VIH, pero este todavía está en tratamiento.
Un nuevo estudio revela que un grupo de anticuerpos recientemente descubiertos reduce la carga viral en monos rhesus infectados con el virus de la inmunodeficiencia simio-humana o SHIV. El hallazgo, publicado en Nature, impulsa los futuros ensayos clínicos en humanos.
En 1987 se firmó el Protocolo de Montreal para preservar la capa de ozono; el terrorista Unabomber puso una bomba en Salt Lake City y el mundo alcanzó los 5.000 millones de habitantes. Todo esto, documentado en los medios, coincidió con la creación del movimiento Act Up! formado principalmente por gais que, aunque mucho menos conocido, es uno de los artífices de que la infección por VIH sea hoy una condición crónica para quienes acceden a los tratamientos. En España, esa presión social la ejercieron hace veinte años organizaciones como Hispanosida.
Un equipo de investigadores anunció ayer un logro que, de confirmarse, sería histórico: dicen haber conseguido remitir la infección por VIH en un recién nacido gracias al tratamiento ‘inmediato’ con antirretrovirales. Los expertos explicarán hoy las claves, durante la 20ª Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas, en Atlanta (EE UU).
SPARTAC es el primer gran ensayo clínico aleatorizado que demuestra que un tratamiento antirretroviral de 48 semanas, administrado en el momento en el que la infección por el VIH aún es aguda o reciente, ralentiza los daños sobre el sistema inmunológico y retrasa la necesidad de comenzar el tratamiento antirretroviral de por vida. Estos beneficios eran mayores cuanto antes después de la infección por el VIH se comenzaba el tratamiento (menos de 90 días). No hay evidencias de problemas derivados del tratamiento temprano con respecto a los efectos secundarios o a la efectividad del tratamiento a largo plazo posterior.
Un aporte extra de vitaminas no tiene efectos positivos para seropositivos que estén siendo tratados con antirretrovirales de gran actividad. Así lo revela un estudio, publicado en la revista JAMA, que además señala que puede incluso ser perjudicial para esos pacientes.
Un estudio coordinado por la Organización Mundial de la Salud revela que los pacientes que toman antirretrovirales tienen un 65% menos de riesgo de padecer tuberculosis, la principal causa de muerte de las personas con VIH. El efecto protector es independiente a la cifra del recuento de células CD4.