Las plantas del género Stauracanthus, endémicas de la Península y norte de África, fijan nitrógeno atmosférico en el suelo, retienen la arena de las dunas, y permiten el desarrollo de comunidades más complejas. Sus respuestas al clima y tipo de suelo hacen que las tres especies crezcan en áreas contiguas, pero nunca juntas. Así lo revela un nuevo estudio liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales que ha determinado la historia evolutiva de estas plantas.
El centro de investigación técnica VTT de Finlandia ha estudiado la rentabilidad de la producción eléctrica a partir de astillas de arbustos en Namibia, donde la biomasa arbustiva ofrece un elevado potencial de producción energética. Namibia padece un exceso de arbustos que causa problemas a la ganadería, el principal medio de vida del país.