Las personas de este colectivo, que representan alrededor del 1 % de la población mundial, no sienten atracción sexual, pero esto no es un trastorno ni una fase transitoria. Es una orientación sexual, avalada por la ciencia, que ha sido invisibilizada y discriminada desde hace tiempo. Así lo recoge el white paper que acaban de presentar las asociaciones PRISMA y ACEs durante el Orgullo 2024.