Las nuevas tecnologías hacen del ciberplagio uno de los tipos de plagio más habitual. Siete de cada diez alumnos universitarios admiten haber copiado textos al menos una vez durante sus estudios. Las bibliotecas universitarias pueden conseguir que en su comunidad exista un conocimiento claro y materiales de autoformación interesantes y efectivos que logren erradicar en lo posible el problema del plagio en las aulas.