Químicos del CSIC han utilizado estructuras moleculares para matar células cancerosas, según el pH de su microambiente. El nuevo método, que se podría emplear en el futuro para el diseño de fármacos antitumorales, se ha probado con éxito en células de adenocarcinoma de pulmón.
La llaman la fotógrafa de la danza celular porque es una de las grandes expertas en criomicroscopía electrónica, que permite ver el interior de las células con una precisión impensable hasta hace unos años. Gracias a esta técnica estamos aprendiendo cómo nuestro ADN da instrucciones al cuerpo y cómo cada órgano y tejido interpreta solo la parte del manual que le corresponde.
Investigadores españoles han descrito el papel de la proteína p38 en la angiogénesis o formación de nuevos vasos sanguíneos, proceso esencial para que las células tumorales puedan alimentarse, crecer y, eventualmente, generar metástasis. Este hallazgo podría ayudar a mejorar los tratamientos de tumores con quimioterapia, así como a desarrollar terapias angiogénicas más eficaces para otras enfermedades.
Investigadores del CNIO han descubierto mediante un rastreo químico de más de 1.000 compuestos varias moléculas que permiten aislar de forma eficiente en el laboratorio células de mamífero con un set único de cromosomas. Este nuevo sistema permitirá profundizar de forma sencilla y rápida en el estudio de la genética de los organismos más complejos como los mamíferos, incluidos los humanos.
Investigadores españoles han desarrollado un nuevo sistema de lenguas electrónicas que diagnostica de forma no invasiva el cáncer de vejiga. Este método ayudaría a detectar la patología en sus fases más tempranas con una pequeña muestra de orina.
Investigadores de dos instituciones catalanas han liderado la propuesta de evaluar análisis genómicos en citologías cervicales para mejorar la detección del cáncer de la cavidad uterina. En la actualidad, las estrategias de cribado se limitan a las poblaciones de alto riesgo y en mujeres sintomáticas, ya que el 90 % de los tumores de endometrio se presentan con sangrado anormal.
Un nuevo estudio en ratones desvela que un grupo de medicamentos es eficaz contra el glioblastoma, el tumor cerebral de peor pronóstico. El trabajo desvela también una conexión insospechada entre el gen Ras, implicado en numerosos cánceres, y el mantenimiento de los telómeros en las células.
Científicos españoles han descrito cómo el grado de organización de la proteína vitronectina se relaciona con la agresividad del neuroblastoma, que afecta mayoritariamente a niños menores de 18 meses. Aunque este trabajo supone nuevas vías para comprender qué hace que un tumor sea más o menos agresivo y cómo combatirlo, no supone por sí solo una cura para el cáncer.
Un trabajo, liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de Santiago de Compostela, ha demostrado la efectividad de la primera nanoterapia basada en el uso de anticuerpos no modificados dirigidos contra oncoproteínas intracelulares. Los resultados suponen un hito para la nanomedicina oncológica y abre nuevas vías para el tratamiento de pacientes con cáncer de mama agresivo.
La radioterapia intensiva puede provocar toxicidad en el intestino en un 60 % de los pacientes con tumores localizados en la cavidad gastrointestinal. Investigadores del CNIO han comprobado que niveles elevados de la proteína URI consiguen que ratones con síndrome gastrointestinal causado por dosis elevadas de radiación ionizante regeneren su intestino y sobrevivan en un 100% de los casos.