Los investigadores estadounidenses Mary E. Brunkow y Fred Ramsdell, junto con el japonés Shimon Sakaguchi, han sido galardonados por descubrir cómo el sistema inmunitario evita atacar los propios tejidos, un hallazgo que ha transformado la comprensión de las enfermedades autoinmunes y abierto nuevas vías terapéuticas.
La Asamblea Nobel del Instituto Karolinska ha concedido el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2025 a Mary E. Brunkow (Institute for Systems Biology, Seattle, EE UU), Fred Ramsdell (Sonoma Biotherapeutics, San Francisco, EE UU) y Shimon Sakaguchi (Universidad de Osaka, Japón), “por sus descubrimientos sobre la tolerancia inmunitaria periférica”.
El sistema inmunitario es una herramienta poderosa que nos protege frente a miles de microorganismos diferentes cada día. Pero debe mantenerse bajo control: si sus mecanismos de defensa se desregulan, puede atacar los propios órganos y tejidos del cuerpo.
Los tres galardonados han sido reconocidos por identificar cómo se regula este equilibrio.Sus Hallazgos revelaron la existencia de las células T reguladoras, las ‘guardianas’ del sistema inmunitario, que impiden que nuestras propias defensas se vuelvan contra nosotros.
“Sus descubrimientos han sido decisivos para comprender cómo funciona el sistema inmunitario y por qué no todos desarrollamos graves enfermedades autoinmunes”, señaló Olle Kämpe, presidente del Comité Nobel.
En 1995, el inmunólogo japonés Shimon Sakaguchi (1951, doctor en Medicina y en Filosofía por la Universidad de Kioto) desafió la idea dominante de que la tolerancia inmunitaria solo se debía a la eliminación de células peligrosas en el timo —un proceso conocido como tolerancia central—. Descubrió una nueva clase de células inmunitarias, las células T reguladoras, que protegen al organismo de las enfermedades autoinmunes.
Años después, en 2001, los investigadores estadounidenses Mary E. Brunkow (1961, doctora por la Universidad de Princeton) y Fred Ramsdell (1960, doctor por la Universidad de California en Los Ángeles) realizaron el segundo hallazgo clave. Estudiando una cepa de ratones especialmente vulnerable a enfermedades autoinmunes, identificaron una mutación en el gen Foxp3, y demostraron que alteraciones en su equivalente humano causan una enfermedad autoinmune grave llamada IPEX.
En 2003, Sakaguchi unió ambas líneas de investigación al demostrar que el gen Foxp3 controla el desarrollo de las células T reguladoras. Estas células vigilan la actividad del sistema inmunitario y garantizan que el organismo tolere sus propios tejidos.
Los descubrimientos de Brunkow, Ramsdell y Sakaguchi dieron origen al campo de la tolerancia periférica, que abrió nuevas vías terapéuticas para tratar el cáncer, las enfermedades autoinmunes y mejorar los trasplantes de órganos. Varias de las terapias inspiradas en este mecanismo se encuentran actualmente en ensayos clínicos.
El premio, dotado con 11 millones de coronas suecas (935.000 euros,) será compartido a partes iguales entre los tres galardonados.