El trastorno por déficit de atención e hiperactividad o TDAH afecta a casi el 7% de la población general, pero esta cifra se dispara hasta el 30% dentro de las cárceles. Así lo apunta una investigación con 143 internos examinados por investigadores de la Universidad de Oviedo. Su conclusión es que el diagnóstico y el tratamiento del TDAH en la infancia reducirían las conductas delictivas que conllevan al ingreso en prisión.
"El incremento de población con discapacidad intelectual en cárceles prueba el fallo en los sistemas de detección, prevención e intervención en las situaciones de riesgo". Este es uno de los resultados que se desprende de la tesis doctoral La discapacidad intelectual en el ámbito penal penitenciario. Procesos de exclusión y de integración social realizada por la profesora Clarisa Ramos Feijoo y defendida recientemente en la Universidad de Alicante.