Investigadores de las universidades de Extremadura y de Bath (Reino Unido) han desarrollado un filtro de carbón activado fabricado con cáscaras de pistacho. El dispositivo elimina contaminantes emergentes, como la cafeína, de las aguas residuales.
La empresa asturiana Xerolutions ha desarrollado un carbón sintético que mejora las prestaciones de los supercondensadores. Estos dispositivos se usan, entre otras aplicaciones, para el almacenamiento de energías renovables y la regeneración de energía en vehículos, como es el caso de los sistemas de recuperación de energía cinética popularizados por las carreras de Fórmula 1.