Hasta ahora, la presencia de ballenas jorobadas en el Mediterráneo se había considerado inusual, pero en los últimos 150 años sus visitas se han incrementado sin una razón clara. La desorientación y el seguimiento de rutas migratorias de otras especies se consideraban algunas de las causas. Sin embargo, un nuevo estudio confirma que lo que motiva a estos cetáceos a entrar en estas aguas es la búsqueda de alimento.
El morbillivirus acabó con la mitad de la población de delfines mulares del Atlántico en los años 1987 y 1988. Ahora una variante más agresiva ha sido detectada en individuos aislados del Mediterráneo. La hipótesis principal de un equipo de científicos españoles es que un animal enfermo procedente de aguas atlánticas la introdujo y los infectó.
Como cada año, la revista Science ha elegido los descubrimientos y novedades más importantes en ciencia de los últimos doce meses. La detección de ondas gravitacionales y radiación por la fusión de dos estrellas encabeza la lista de 2017, donde también figura una nueva especie de orangután, la criomicroscopía electrónica, los avances en la edición genómica y la lucha contra el cáncer, así como un diminuto detector de neutrinos y los primeros fósiles de Homo sapiens.
Un equipo de investigadores del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, en el Parc Científic de la Universitat de València, muestra la habilidad del delfín listado para sacar partido de los efectos de las cascadas tróficas causadas por la sobrepesca. Esta situación ha producido un cambio de dieta en el cetáceo que le permite conservar su equilibrio energético.
Los primeros cetáceos pasaban tiempo tanto en el agua como en la tierra y su sistema auditivo era más parecido al de sus parientes terrestres –como cerdos, hipopótamos y camellos– que al de las ballenas actuales. Así lo asegura una nueva investigación, que ha analizado restos fósiles de 45 millones de años de antigüedad. Según los científicos, la especialización de la audición infrasónica o ultrasónica, tal como se observa en las especies modernas, evolucionó cuando se volvieron totalmente acuáticas.
Una investigación liderada por la Universidad de Jaén ha encontrado restos de cetáceos y pinnípedos del Mioceno superior en el sector oriental de la Cuenca del Guadalquivir, entre las localidades jiennenses de Andújar y Villanueva de la Reina.
A principios del siglo XIX el hundimiento del ballenero estadounidense Essex por los cabezazos de un cachalote inspiró la novela Moby Dick. Pero desde entonces, ante las pocas evidencias, los biólogos marinos dudaban de que este mamífero marino pudiera realmente embestir con su cabeza. Un nuevo estudio confirma que una estructura de su frente permite a los machos, protagonistas de #Cienciaalobestia, amortiguar los golpes cuando combaten entre ellos.
En el Golfo de Maine, al noreste del océano Atlántico, se concentran miles de mamíferos marinos en busca de peces que comer. Gracias a la teledetección acústica, un equipo de científicos ha logrado identificar, localizar y clasificar las vocalizaciones de ocho especies diferentes de cetáceos y cartografiar su distribución espacial respecto a sus presas.