Investigadores de Reino Unido y Portugal han utilizado métodos computacionales para diseñar catalizadores biológicos y han logrado que el nivel de producción de carburante se multiplicara por 18 en el laboratorio, sin generar residuos ni desperdiciar energía.
Un equipo de la Universidad Politecnica de Valencia ha diseñado un nuevo sistema que ayuda a reducir las emisiones contaminantes de los motores diésel y el consumo de combustible hasta un 10%. La clave reside en la incorporación de una nueva tecnología que es capaz de recuperar la energía de los gases de escape recirculados del motor.
Por medio del análisis de restos de leña conservados en dos yacimientos valencianos, un equipo de investigadoras ha constatado que los neandertales seleccionaban el combustible para encender fuego y producir humo para hacer ahumados de carne o pescado, tratar pieles o repeler a los mosquitos. En el estudio se ha analizado las alteraciones anatómicas producidas por hongos en la madera de las hogueras.
Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos y Repsol han desarrollado diferentes tratamientos para frenar la proliferación de microorganismos en los depósitos de combustible. Los mejores resultados se obtienen al adicionar compuestos biocidas solubles en agua.
El aceite de fritura sirve para producir biodiésel pero solo si tiene unos estándares de calidad, el biofuel obtenido cumple con la normativa europea y puede utilizarse como combustible de vehículos diésel. Científicos de la Universidad Complutense de Madrid han averiguado cuándo se consigue esta pureza: cuando la acidez del aceite de fritura no supera el 2%.
Investigadores de la Universidad de Huelva han mejorado algunos de los componentes de la pila de combustible, que produce energía a partir de hidrógeno. El objetivo es simplificar la tecnología, mejorar sus prestaciones, economizar costes y facilitar su introducción en el mercado como la alternativa ecológica a los motores de combustión.
Investigadores de la Universidad Jaume I, en Castellón de la Plana, han creado un dispositivo orgánico estable para la obtención de combustible solar. En concreto, han logrado superar los problemas de corrosión para conseguir hidrógeno a partir de agua y luz solar.
Investigadores del centro tecnológico vasco AZTI han desarrollado dos sistemas de ahorro y eficiencia energética para barcos pesqueros. Las nuevas herramientas permiten ahorros de combustible de entre un 5% y un 25% sobre la cifra de consumo anual del buque según modalidades de actividad pesquera.
Las flechas azules indican la dirección que está tomando la mancha de combustible. / NASA
Investigadores del centro tecnológico Tecnalia han participado en el desarrollo de una aplicación para analizar las principales fuentes energéticas del sector del transporte, así como las energías alternativas. La herramienta web está basada en la metodología análisis del ciclo de vida y permite simular diferentes escenarios de desarrollo, producción y uso de combustibles, y compararlos entre sí.