El grupo dirigido por la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Guillermina López-Bendito ha puesto de manifiesto la extraordinaria capacidad de los axones talamocorticales, implicados en el proceso que permite transmitir la información captada por nuestros órganos sensoriales a la corteza, para reorganizarse y restablecer sus conexiones ante anomalías producidas durante el desarrollo. El hallazgo supone un avance significativo a la hora de entender los mecanismos implicados en la adaptación y plasticidad de la conexión talamocortical.