Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona revela una relación entre el espacio verde en el barrio de residencia y la capacidad mental tras seguir a 6.500 personas en Reino Unido durante 10 años. La disminución en los resultados de los tests cognitivos fue un 4,6% menor en los y las participantes que vivían en vecindarios más verdes.
Una investigación con 30.000 niños y niñas de siete países europeos no ha hallado relación entre la exposición a la contaminación atmosférica durante el embarazo y los síntomas de déficit de atención e hiperactividad. Sin embargo, los autores consideran que hay que seguir investigando esta posible relación y confirmar si la polución podría tener efectos perjudiciales en el desarrollo neuropsicológico.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con la Universidad de Alcalá, han desarrollado dos nuevos biosensores capaces de detectar el estrés oxidativo que es perjudicial para los organismos que habitan ríos, mares y lagos. Los resultados, publicados en Chemosphere, demuestran su capacidad para localizar la acción de contaminantes emergentes.
Cada año aumenta la cantidad de plásticos que navega a la deriva por las aguas del continente europeo, que alcanzará un peso superior a las 250.000 toneladas. En el Atlántico, el Báltico y el Mediterráneo, cuyas profundidades ha explorado la organización OCEANA, estos residuos provocan graves daños: sus playas y frágiles hábitats marinos así como áreas de hasta mil metros de profundidad y los estómagos de los peces que viven en ellas están en peligro.
Los desagradables hedores generados por fábricas, explotaciones ganaderas y vertederos son señales de alerta de problemas ambientales graves. Sin embargo, este tipo de contaminación es la gran olvidada por las legislaciones. La ingeniera química Rosa Arias se ha propuesto cambiar esto y ha desarrollado una app con la que los ciudadanos pueden registrar los efluvios de su entorno. Además, lidera un proyecto europeo que prepara el primer mapa mundial del olor.
Un equipo de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales ha analizado en minas abandonadas cómo el arsénico, el plomo, el zinc o el cobre, que tienden a quedar retenidos y estables al asociarse con el óxido de hierro, acaban siendo transportados, por lo que pueden contaminar zonas alejadas de los focos de emisión de contaminantes. La unión de estos componentes al óxido de hierro y de este a la arcilla hace que estos elementos químicos se movilicen fácilmente. De este modo, es difícil saber dónde pueden terminar estas sustancias químicas peligrosas.
A pesar de que su uso está prohibido desde hace décadas, los pesticidas organoclorados continúan contaminando los suelos españoles. Es lo que ha puesto de manifiesto un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, tras un exhaustivo estudio realizado en la Laguna del Hito, en Cuenca, una zona protegida que se convierte en refugio de aves migratorias como flamencos y grullas, entre otras.
Investigadores de la Universidad de Cádiz han comprobado que la potencia de los motores de los barcos, especialmente durante las maniobras próximas al puerto, es una variable indispensable para conocer la cantidad de gases perjudiciales vertidos a la atmósfera. Los expertos consideran que habría que incluir este parámetro en los inventarios de emisiones publicados a nivel mundial.
Las altas concentraciones de partículas de plástico recientemente descubiertas en el Océano Ártico han revelado su origen: son pintura de barcos, desechos de nailon de redes de pesca y restos de la gran mancha de basura del Pacífico.