Si les dan a elegir entre cooperar o competir, los chimpancés optan casi siempre por lo primero. Este hecho implicaría que estos primates y los seres humanos utilizan mecanismos similares para superar la competencia y lograr objetivos comunes, según un estudio liderado por el Centro Nacional de Investigación de Primates Yerkes en EE UU.
Perros, halcones o cormoranes son algunos de los animales que los seres humanos entrenan para prestar algún servicio. Pero no son los únicos que lo hacen incluso sin adiestramiento y en estado salvaje. Un equipo de científicos confirma un excepcional caso de mutualismo y revela que en los bosques de Mozambique un pequeño pájaro responde a las llamadas de los habitantes de la tribu Yao y los guía en busca de miel y cera de abeja en beneficio de ambas especies.
El premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cooperación al Desarrollo ha sido concedido a la ONG Helen Keller International (HKI) por sus programas agrícolas para desarrollar cultivos familiares o comunales orientados a la lucha contra la malnutrición. La organización, que celebra en 2015 su centenario, actúa en la actualidad en más de 20 países de África y Asia.
Hoy se cumplen dos meses del anuncio del inicio de una nueva era en las relaciones internacionales cubanas, con el acercamiento de Barack Obama y Raúl Castro para normalizar las relaciones diplomáticas entre ambos países. Sin duda, la nueva situación abrirá puertas a la ciencia cubana, no solo en EE UU, sino también en Europa. Así lo asegura Maria Cristina Russo, directora de Cooperación Internacional de la Comisión Europea.
La maniobra, que duró cerca de cinco horas, localizó a 408 personas a bordo de un carguero en el llevaban seis días a la deriva. / CSIC
Una amplia revisión de estudios sobre la moral de primates y otros animales prueba que las especies cuyos individuos cooperan entre sí son muy sensibles ante las desigualdades. Los monos capuchinos, por ejemplo, se rebelan cuando reciben un premio menos sabroso que el del compañero. Solo los humanos y algunos primates, como los chimpancés, somos capaces de quejarnos si el reparto es injusto para el prójimo; y lo hacemos para evitar futuros conflictos.
Investigadores españoles han hecho un experimento con niños y adultos para medir su actitud colaborativa a través de juegos. El estudio revela que los jóvenes de 10 a 16 años son los más volubles y su conducta se ve muy influida por lo que hagan los demás; mientras que los mayores de 66 años son los que más colaboran. Las conclusiones son útiles para crear estrategias de trabajo en equipo entre adolescentes.
Cuando hay que elegir entre cooperar con los demás o traicionarlos, es más probable que cooperemos si antes han actuado así con nosotros o si nosotros mismos nos hemos comportado de forma altruista. Lo hacemos porque el aprendizaje refuerza lo que nos ha ido bien y no porque imitemos a personas con éxito. Así lo señala un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid basado en el dilema del prisionero, un popular problema para el estudio de conflictos.
La carrera espacial llega a su fin sin ningún vencedor