Con tan solo 23 años Jane Goodall viajó por primera vez a África. Fascinada desde su infancia con este continente, conoció al famoso paleontólogo Louis Leakey y se convirtió en la primera de sus tres ‘ángeles’. Dice haber releído de pequeña muchas veces El libro de la selva y posteriormente Tarzán, hasta pensar que este se casó “con la Jane equivocada”. Estos días está en España y, aprovechando la invitación de la Junta de Castilla y León al Museo de la Evolución Humana y a los yacimientos de Atapuerca, hablamos con ella.
Las características fisiológicas del toro de lidia lo han llevado a la gloria, por considerarse el símbolo de un país, y a la perdición, por morir de forma cruel debido a intereses que van más allá de la cultura y la historia. En el Año Internacional de la Biodiversidad, su condición de mártir compromete el bienestar animal y la bondad humana.