El oso de las cavernas empezó a extinguirse en Europa hace 24.000 años pero hasta ahora no se conocía la causa. Un equipo internacional de científicos ha analizado secuencias de ADN mitocondiral a partir de 17 nuevas muestras fósiles, entre otras, y lo ha comparado con el oso pardo actual. Los resultados demuestran que el declive del oso de las cavernas comenzó hace 50.000 años debido a la expansión humana y no tanto al cambio climático.
Varios cráneos de neandertales y, al fondo, un cráneo de Homo sapiens.
Mandíbulas de neandertal encontradas en la cueva asturiana de El Sidrón.
Cráneo de Australopithecus sediba hallado en una cueva de Sudáfrica.
Investigadores estadounidenses y europeos han realizado un estudio que muestra que los peradectinos, una subfamilia de marsupiales extinta y conocida a partir de fósiles encontrados en su mayoría en Norteamérica y Eurasia, son un grupo hermano de las zarigüeyas actuales.
Investigadores europeos, entre los que participa el equipo de José María Delgado, catedrático de la Universidad Pablo de Olavide, están investigando la comunicación cerebro-máquina para estimular el cerebro sin necesidad de introducirse dentro. La última fase del trabajo consiste en buscar posibles aplicaciones en enfermedades como el insomnio o algunos tipos de problemas neurodegenerativos que afecten a la corteza motora. El proyecto, bautizado como Hyper Interaction Viability Experiments (HIVE), está financiado por el VII Programa Marco.
El paleontólogo de la Universidad de Florida Jonathan Bloch muestra el cráneo del primate. Detrás, el modelo de cerebro desarrollado por los investigadores.
El paleontólogo de la Universidad de Florida Jonathan Bloch sostiene el cráneo del primate Ignacius graybullianus en la palma de su mano.
Un grupo de paleontólogos del equipo de Atapuerca ha identificado un cráneo del yacimiento de la Sima de los Huesos con una rara patología craneal derivada de la fusión prematura de las suturas del cráneo. La enfermedad, conocida como craniosinostosis, y en concreto la unilateral lambdoidea, afecta a menos de 6 individuos cada 200.000 nacimientos. Su hallazgo se publica hoy en la revista científica PNAS.