A lo largo de la historia evolutiva, la estructura de la mano moderna ha cambiado poco desde que humanos y chimpancés compartieran un ancestro común hace millones de años. Así lo revela un equipo internacional de científicos, liderado por un español, que demuestra que tanto la forma de nuestra mano como la “pinza de precisión” asociada a ella aparecieron antes que la fabricación de las primeras herramientas de piedra. El estudio arroja también luz sobre el ancestro común de humanos y chimpancés.