Aunque los vídeos manipulados con IA se han convertido en armas de desinformación durante campañas electorales y en redes sociales, la misma tecnología que los genera puede servir para combatirlos. Herramientas como el análisis de sentimientos y el aprendizaje automático abren nuevas vías para frenar el avance de los bulos digitales.
Un video ultrafalso del presidente ruso Vladimir Putin anunciando la paz con Ucrania y distribuido en Twitter –ahora X– es uno de los más de 1.200 tuits analizados por investigadores de la Universidad de Cork (Irlanda). Su objetivo es evaluar el impacto que pueden tener estos contenidos manipulados durante los conflictos bélicos.