Investigadores catalanes han analizado la red trófica marina de Mauritania, en la costa noroeste de África, que alberga uno de los bancos de pesca más explotados y donde residen dos de las especies de mamíferos marinos más amenazadas del mundo: la foca monje y el delfín jorobado del Atlántico. Los resultados demuestran que las actividades pesqueras industriales y artesanales de la costa ponen aún más en peligro a estos mamíferos y a los ecosistemas marinos locales.