Al menos cuatro grupos diferentes de saurópodos convivieron en el Jurásico superior de Portugal, hace unos 150 millones de años. Un estudio detallado de muestras de dientes procedentes de estos dinosaurios, en el que participa la Universidad Nacional de Educación a Distancia, revela que la disparidad ecológica de estos dinosaurios podría ser mayor que la conocida en registros de América del Norte o África.
Restos de gramíneas y polen de coníferas han quedado atrapados en el sarro de de los dientes pertenecientes a un individuo hallado en el yacimiento de la Sima del Elefante de Atapuerca. El análisis de la mandíbula fósil, de más de 1,2 millones de años de antigüedad, revela así un componente vegetal importante en la dieta de las primeras poblaciones humanas europeas, que aún no procesaban térmicamente estos alimentos antes de ingerirlos.
Un nuevo estudio de la Universidad George Washington (EE UU) desafía las teorías clásicas que señalan que la evolución dental y la cerebral en nuestros antepasados más remotos ocurrió de forma paralela. Los datos de la investigación, liderada por la española Aida Gómez-Robles, muestran que no existe ningún vínculo entre la evolución del tamaño del cerebro y el de los dientes en los homininos.
Una investigación liderada por la Universidad del País Vasco ha demostrado que las mordeduras humanas de huesos tienen características distintivas que permiten diferenciarlas de las producidas por otros animales, y que el cocinado previo de la carne influye en la aparición de estas marcas. Este estudio aporta valiosas conclusiones para el análisis de restos de comida encontrados en yacimientos.
Los gorilas de montaña del Parque Nacional de los Volcanes en Ruanda comen hasta 30 kilos de plantas al día y su dieta es muy variada en un hábitat cada vez más fragmentado por la caza furtiva y la deforestación. Un estudio demuestra por primera vez cómo la morfología dental se adapta a los alimentos disponibles. La información de su desgaste dental sirve para identificar a los ejemplares que desaparecen.
El análisis de dos cráneos y tres mandíbulas almacenados durante décadas en el Museo Americano de Historia Natural arroja nuevas pistas sobre uno de los antepasados más enigmáticos de hurones, comadrejas y tejones. Un nuevo estudio, liderado por la Universidad Complutense de Madrid, confirma que Megalictis ferox era un depredador del tamaño de un jaguar que utilizaba sus dientes para triturar huesos, como hacen hoy las hienas, algo que se desconocía hasta ahora.
Una investigación dirigida desde Australia prueba que el desarrollo de las piezas dentales en los homínidos sigue un patrón mucho más simple de lo que se pensaba, con el que se pueden predecir las dimensiones de las muelas de todos, aunque no se hayan encontrado fósiles de ellos. El equipo aplicó sus resultados a especies del género Homo y australopitecos como Lucy.
En un estudio realizado en 1.250 niños y niñas madrileños de entre 3 y 42 meses, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han descubierto que sus dientes primarios aparecen más tarde de lo se consideraba hasta ahora. La cronología de este proceso dental es un indicador de normalidad en el desarrollo de los menores. Si estos tiempos difieren mucho de la media, podrían indicar algún problema de salud.
Gracias a una novedosa técnica de rayos láser, un equipo internacional de científicos dirigidos por la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto cambios en la dieta de los humanos de Atapuerca. Los análisis de muestras dentales de dos homínidos han revelado alteraciones relacionadas con el destete materno en uno de nuestros ancestros del Pleistoceno medio.
Reconstrucción del aspecto en vida de Lohuecosuchus megadontos. / Javi Godoy