Un equipo de científicos ha evaluado durante dos años a más de 500 niños y adolescentes para identificar los umbrales mínimos de fuerza muscular que se asocian con un incremento del riesgo cardiovascular. Los investigadores realizaron dos test sencillos para valorar la fuerza muscular de los menores, y recomiendan que sean empleados por los pediatras como cribado de la debilidad infantil.