Hace unos 66 millones de años un dinosaurio se apoyó en el suelo y dejó marcadas las escamas de su piel en los lodos de la ribera de un río, ahora convertidos en roca sedimentaria en el yacimiento de Vallcebre en Barcelona. El hallazgo de esta impresión fósil, que data del Cretácico Superior, es único en Europa.
Ilustración del ave Vegavis iaai sobrevolando las costas de la isla Vega en la Antártida con un dinosaurio al fondo. / Nicole Fuller/Sayo Art for UT Austin.
Una investigación en una cantera del Vale de Meio en Portugal revela el hallazgo excepcional de más de 80 rastros de dinosaurios carnívoros del grupo de los megalosáuridos, y de más de 700 huellas de estos cazadores solitarios. Los rastros corresponden al recorrido que hacían los dinosaurios que aprovechaban la bajamar para alimentarse de los animales atrapados en las aguas superficiales de una laguna interior.
El nuevo pterosaurio era diminuto, tan alto como un gato moderno.
Los dos cocodrilos reconocidos en Lo Hueco vivieron en la península ibérica hace algo más de 70 millones de años y forman parte del grupo de parientes más cercanos al antecesor de los cocodrilos actuales. El estudio de esta nueva especie, llevado a cabo por investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, ha permitido reevaluar material del Cretácico descrito anteriormente en la Península.
Representación de la nueva especie descubierta, Timurlengia euotica. / Todd Marshall
Reconstrucción de dinosaurios durante su actividad de exhibición sexual. / Ilustración de Lida Xing y Yujiang Han
Los dinosaurios tenían conductas de apareamiento similares a las aves modernas. Así lo prueban los raspones descubiertos en rocas de hace 100 millones de años en Colorado (EE UU) por el equipo del paleontólogo Martin Lockley. Es la primera evidencia física de ceremonias de cortejo entre estos reptiles.
La historia temprana de los dinosaurios continúa sin aclararse del todo debido a un registro fósil muy limitado en el tiempo y el espacio. Científicos de Argentina, Brasil y EE UU han datado –con un sistema radioisotópico de alta precisión– las secuencias del estrato terrestre que marcan la frontera entre el origen de los dinosaurios y sus predecesores, hasta determinar que los primeros aparecieron relativamente pronto después de sus parientes más cercanos.