Un nuevo dispositivo portátil, desarrollado por un consorcio europeo en el que participa el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias, permitirá analizar contaminantes alimentarios en las cadenas de producción con menos tiempo y sin necesidad de análisis externos. En la primera etapa del proyecto se podrán analizar hasta siete contaminantes del aceite, la leche y los frutos secos con un solo aparato.