Los insectos comprenden el grupo de animales más diverso con cerca de un millón de especies descritas, unas tres cuartas partes del total de las especies que viven en la Tierra. Una de las principales hipótesis que explica esta amplia diversificación es la adquisición de la capacidad de volar gracias al desarrollo del ala mucho tiempo antes que ningún vertebrado, hace unos 350 millones de años. Un nuevo estudio demuestra ahora que las dos principales teorías sobre el origen del ala son parcialmente correctas.