Investigadores de la Universidad de Valencia (UV) han resumido e integrado en una revisión científica las estructuras cerebrales que envuelven a la empatía, es decir, a la capacidad de ponernos en el lugar de los demás. Concluyen que los circuitos cerebrales de esta habilidad convergen en parte con los de la violencia.
Los circuitos cerebrales de la empatía y de la violencia podrían ser similares.