Investigadores japoneses han confirmado que las células esofágicas sufren mutaciones tumorales a medida que envejecemos. El estudio también demuestra que el consumo de alcohol y tabaco aumenta estas mutaciones y, por tanto, multiplica las probabilidades de desarrollar cáncer de esófago.
El cáncer es una de las enfermedades más estudiadas, pero aún no se conocen el proceso y las condiciones exactas que lo inician. Sorprendentemente, un nuevo estudio publicado en la revista Science ha encontrado que, en los esófagos de adultos sin cáncer, hasta la mitad de las células contiene alguna mutación cancerígena. Sus resultados invitan también a plantear nuevas teorías sobre el envejecimiento.
Penetrando a través de los vasos sanguíneos de las células tumorales, unas nuevas nanopartículas son capaces de acabar con los tumores, al liberar el contenido tóxico cuando se estimulan con luz ultravioleta. Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han participado en el diseño de este dispositivo ‘inteligente’, que se ha probado in vitro y que podría resultar útil para tratar tumores de esófago, estómago y piel.
Una reciente investigación muestra como los ayuntamientos de Galicia con mayor concentración de radón en los domicilios también presentan mayor índice de mortalidad por cáncer de esófago entre los varones.
Cada año, muchas personas se someten a cirugías para eliminar partes del esófago alteradas por cáncer. Hoy un nuevo trabajo anuncia el éxito de un injerto que reemplaza en roedores el segmento cervical de este tubo. El experimento ha mostrado que es capaz de soportar el estrés mecánico típico del conducto.