La aparición en Venus de esta molécula asociada a la vida en la Tierra, también llamada fosfina, ha causado un gran revuelo científico y mediático, pero hace décadas que se conoce su presencia en las atmósferas de Júpiter y Saturno, e incluso se ha encontrado en algunas estrellas. Investigadores del CSIC fueron los primeros en detectarla fuera de nuestro sistema solar. Ahora valoran para SINC el nuevo descubrimiento.
Esta investigadora de la UIB, jefa del Grupo de Física Gravitacional, ha participado en la detección del agujero negro más masivo jamás observado hasta ahora, un hallazgo que obligará a revisar la teoría de cómo evolucionan y mueren las estrellas.
Las colaboraciones científicas Virgo y LIGO han detectado el agujero negro más masivo jamás observado a través de ondas gravitacionales, formado a partir de la colisión de otros dos. Su origen es inexplicable.
La reducción del brillo de la estrella Betelgeuse que se observó, incluso a simple vista, a principios de este año se debió probablemente a una inmensa cantidad de material caliente que expulsó al espacio, según ha detectado el telescopio espacial Hubble. Ese material acabó formando una gran nube de polvo que ha bloqueado durante varios meses la luz de esta supergigante roja.
Astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias y expertos en computación de la Universidad de La Coruña han descubierto un nuevo tipo de estrellas muy ricas en fósforo, lo que podría ayudar a explicar el origen de este elemento, crucial para los seres vivos, en nuestra propia galaxia.
Nunca se había observado directamente a más de un planeta orbitando en torno a una estrella de tipo solar, pero gracias al telescopio VLT del Observatorio Europeo Austral se han captado a dos de estos exoplanetas en un sistema situado a 300 años luz.
Astrónomos europeos y americanos han descubierto que la estrella GJ 273, una de las más cercanas a la Tierra y conocida como Luyten, tiene un sistema planetario con dos planetas confirmados, uno de ellos en la zona de habitabilidad, y otros dos muy probables.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto un exoplaneta con características anómalas en el llamado 'desierto neptuniano', una zona muy próxima a la estrella anfitriona donde apenas aparecen planetas de tamaños entre la Tierra y Júpiter. Su nombre es TOI-849b y podría tratarse del núcleo de un antiguo gigante gaseoso despojado de su envoltura de gas.
Los astrónomos la observaron entre 2001 y 2011 en la galaxia enana Kinman, pero cuando volvieron a intentarlo el año pasado ya no la encontraron. Se trataba de una estrella monstruosa e inestable que puede haber colapsado en un agujero negro sin producir una explosión de supernova, algo muy raro, aunque también puede haberse vuelto menos brillante y estar oculta detrás del polvo.