Esta semana se reúnen en Viena los representantes de los tres proyectos de investigación más ambiciosos de la Unión Europea: Graphene Flagship, Human Brain Project y Quantum Flagship, dotados con 1.000 millones de euros cada uno. Durante el congreso se presentarán los últimos avances en los campos del grafeno y otros materiales relacionados, neuromedicina y computación, y tecnologías cuánticas.
Comportamientos tan propios de los sistemas vivos, como nacer, interaccionar, mutar, autorreplicarse y morir se pueden reproducir en el mundo cuántico. Investigadores de la Universidad del País Vasco han diseñado un algoritmo cuántico de vida artificial que sigue las leyes evolutivas de Darwin, y lo han puesto en marcha en el ordenador IBM QX4 a través de la nube, codificando en forma de cúbits el genotipo y el fenotipo de los organismos cuánticos.
Este lunes se ha presentado en Viena (Austria) la Quantum Flagship, un megaproyecto europeo de 1.000 millones de euros y 10 años de duración en el que más de 5.000 investigadores, tanto del mundo académico como industrial, se unen con un objetivo: llevar la física cuántica del laboratorio al mercado. El Instituto de Ciencias Fotónicas lidera dos de los primeros 20 consorcios organizados dentro de la iniciativa.
Investigadores de España y Holanda han desarrollado un dispositivo con dos hojas de grafeno que permite estudiar fenómenos cuánticos a altas temperaturas en una atmósfera normal. El avance podría ser utilizado como una herramienta ultrasensible para detectar y controlar moléculas biológicas como el ADN y las proteínas.
Más de 100.000 jugadores de todo el mundo compitieron en 2016 para generar cadenas de números aleatorios. El objetivo era ayudar a probar que, como predice la mecánica cuántica, es posible violar el realismo local de Einstein, quien consideraba que dos objetos suficientemente alejados no pueden interactuar entre sí. Los resultados de este gran experimento se publican ahora en la revista Nature.
Científicos de la Universidad del País Vasco y la Universidad de Hannover han logrado el entrelazamiento cuántico entre dos nubes de átomos ultrafríos, llamadas condensados de Bose-Einstein, espacialmente separadas entre sí. Los resultados del experimento pueden ayudar al desarrollo de algoritmos cuánticos y la computación cuántica a gran escala.
Un equipo internacional codirigido desde la Universidad Autónoma de Madrid ha obtenido la primera imagen directa del cuadrado de la función de onda de la molécula de hidrógeno, una forma de analizar probabilidades sobre la presencia de partículas. El experimento ha permitido observar por primera vez la correlación entre dos electrones y sus implicaciones en las propiedades electrónicas.
Investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas han generado un nuevo tipo de líquido cien millones de veces más diluido que el agua y un millón de veces menos denso que el aire. Para producir las gotas en esta fase tan exótica de la materia han utilizado átomos ultrafríos y un sorprendente efecto cuántico.
Investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas han logrado un enlace elemental en una red cuántica híbrida, formada por átomos fríos y un cristal con iones, y usando un fotón como portador de la información. Así han demostrado por primera vez la comunicación cuántica fotónica entre dos nodos cuánticos de naturaleza distinta y colocados en laboratorios diferentes.
Científicos europeos, con participación del Instituto de Ciencias Fotónicas en Barcelona, han presentado una nueva ley de cuantificación para determinar la velocidad a la que se calienta un sistema cuántico. El calentamiento de este tipo de sistemas se puede utilizar como una sonda universal para estudiar estados exóticos de la materia.