El entrelazamiento y la superposición, como la del gato de Schrödinger, son fenómenos del mundo microscopio que están detrás de los computadores cuánticos, unas máquinas que de momento solo tienen un centenar de cúbits controlables y cuyas versiones definitivas no veremos hasta la próxima década. Nos lo cuenta este experto mundial en física y computación cuánticas.
Científicos de España y Sudáfrica han logrado realizar el transporte cuántico de información con la mayor dimensionalidad hasta la fecha. Una configuración inspirada en la teleportación ha permitido que la información no viaje físicamente entre las dos partes que se comunican.
Un investigador de la Universidad Autónoma de Madrid ha simulado en un ordenador cuántico de IBM la creación de entrelazamiento cuántico mediante el campo gravitatorio. Este trabajo teórico podría ayudar a una futura validación experimental de la gravedad como fuerza cuántica.
Dentro de los actos de la Presidencia española del Consejo de la UE, los ministerios de Ciencia, Innovación y Universidades y el de Transformación Digital han organizado la conferencia ‘Quantum Technologies In Europe’ para abordar los retos de esta tecnología en el ámbito europeo. Dos premios Nobel y el profesor Ignacio Cirac han impartido clases magistrales sobre el mundo cuántico.
La catedrática mexicana conjuga su actividad en el laboratorio y la difusión de los postulados de la física cuántica con su compromiso ciudadano. Durante la Guerra Fría participó en el movimiento contra el armamento nuclear y hoy insta a que las instituciones de investigación recuperen el control de la ciencia que producen.
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) han demostrado que es posible ejercer el control sobre las fluctuaciones cuánticas en un espacio aparentemente vacío. El avance abre la puerta a la computación probabilística, que aprovecha la aleatoriedad intrínseca de ciertos procesos para realizar cálculos y ofrecer varios resultados posibles.
Un flujo de agua sobre una superficie de átomos de carbono, como la que constituye el grafeno, se rige por una fricción cuántica. Ahora se ha demostrado experimentalmente este fenómeno inusual con técnicas ultrarrápidas. Los resultados se podrían aplicar en procesos de purificación y desalinización del agua e incluso a ordenadores basados en líquidos.
Las fluctuaciones cuánticas durante la etapa de inflación, solo unos instantes tras el nacimiento del universo, fueron clave para la formación de estructuras masivas muy antiguas, como el cúmulo El Gordo u otros captados por el telescopio James Webb. La clave está en la estadística de estas fluctuaciones, según un nuevo estudio.
Ilustración de Max Planck. / Curro Oñate
Mediante tres fotones y dos estaciones separadas por un kilómetro, investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas han logrado transferir información entre dos de ellos, que nunca antes estuvieron en contacto, aunque sí conectados a través de un tercer fotón que estaba entrelazado con el primero. Técnicamente, es lo que se llama la teleportación cuántica multiplexada de un fotón a un cúbit de estado sólido.