La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza publica en la revista Nature un estudio en el que se detalla el riesgo de extinción de este tipo de fauna. El análisis abarca más de 23.000 especies y sus resultados indican que cerca del 24 % de los seres vivos estudiados están en peligro de desaparecer. Las principales amenazas proceden de la contaminación, las presas, la agricultura y las especies invasoras.
Esta investigación se enfocó en un área aún poco explorada, el edificio hidrotermal Capelinhos, descubierto en 2013 en la parte norte de la Dorsal Atlántica Media, a una profundidad de 1.700 metros, en el campo hidrotermal Lucky Strike. Se ha descubierto un ecosistema rico, con fauna muy similar a la de hábitats fuente vecinos.
Tras la desaparición de los dinosaurios, los fororracos (Phorusrhacidae) ocuparon el trono vacante de máximos depredadores en América del Sur. La nueva serie documental La vida en nuestro planeta (Life on our planet) de Netflix, que contó con el asesoramiento del científico argentino Federico Degrange, revela los secretos de estas mortales y enormes criaturas carnívoras que usaban sus picos como hachas o guillotinas para matar a sus presas.
El profesor de investigación del CSIC Pablo Vargas ha llevado a cabo durante los dos últimos años la revisión de 3.706 géneros con una sola especie de vertebrados y angiospermas para comprobar cuántos son ‘fósiles’ en peligro de extinción. El estudio se ha publicado en la revista Frontiers in Ecology and Evolution.
Las políticas que restringieron el movimiento durante los primeros estadios de la pandemia por la covid-19 tuvieron un importante impacto en la conducta de los animales y sus desplazamientos. Así lo demuestra un estudio internacional liderado por la Universidad de Radboud (Países Bajos), cuyos resultados ofrecen nuevas perspectivas sobre la conservación de los ecosistemas y su relación con el ordenamiento social de la vida humana.
Gran parte de los avances en producción agrícola se lograron casi sin evaluación de la pérdida de ecosistemas. En las últimas décadas se ha conseguido una mayor disponibilidad de alimentos, al tiempo que aumentaban amenazas como la erosión o la salinización, pero las nuevas estrategias europeas comienzan a considerar el suelo como un sistema vivo que establece relaciones con las especies que lo habitan.
En el entorno del cementerio de San Isidro, en Madrid, se han encontrado restos de mastodontes, rinocerontes, mamuts, uros, caballos y grandes felinos, además de herramientas líticas humanas. El descubrimiento lo realizaron en el siglo XIX algunos de los pioneros de la Geología en España, a los que este año se ha rendido homenaje en una de las actividades del Geolodía.
Un estudio reciente aborda la organización espacial de un campamento de caza neandertal localizado en el yacimiento madrileño del Abrigo de Navalmaíllo, en Pinilla del Valle, según el cual estos grupos practicaban diferentes modelos de ocupación del espacio de acuerdo con sus necesidades.