Está demostrado que tanto la música como la pintura afectan a áreas cerebrales relacionadas con diferentes emociones como la felicidad o el desagrado. Ahora, un equipo de investigadores, que cuenta con la participación de la Universidad Complutense de Madrid, ha descubierto que las dos disciplinas artísticas nos afectan de forma desigual, siendo la música la que más emociones despierta.
Vivir en la calle o en un centro de acogida influye en el grado de felicidad de quien se encuentra en esas circunstancias. Por primera vez, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alcalá han analizado si las personas sin hogar de Madrid considera que son felices y la respuesta ha sido positiva en diferentes grados en el 46,7% de los casos.
¿Es más feliz quien dice serlo o el que lo transmite en sus actos? Estudios basados en autoevaluaciones indicaban que los políticos conservadores eran más felices que los progresistas, pero un nuevo análisis de comportamientos dice lo contrario. Con técnicas de big data, los autores hananalizado millones de palabras de las transcripciones del Congreso de EE UU, fotos y tuits. La conclusión es que los políticos de izquierdas usan un lenguaje emocional positivo con más frecuencia y sonríen más genuinamente en sus fotografías.
Investigadores de Estados Unidos y Australia han desarrollado un ‘hedonímetro’ que permite analizar el contenido emocional del lenguaje. Tras estudiar 100.000 vocablos de 10 idiomas diferentes, han determinado que, en positividad, el español se sitúa a la cabeza de las lenguas.
Investigadores del University College de Londres han desarrollado una ecuación para conocer el grado de felicidad en cada momento según las recompensas y previsiones que se hacen con antelación. El modelo, probado mediante una app móvil en más de 18.000 personas de todo el mundo, apunta que las propias expectativas influyen en la felicidad, que es mayor cuando los resultados son mejores de lo esperado.
España es el 49º país más feliz del mundo, según un nuevo índice de felicidad basado en flujos migratorios y no en respuestas subjetivas a encuestas que ha creado la Universidad Carlos III de Madrid. Hong Kong, Singapur y Nueva Zelanda ocupan las tres primeras posiciones.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid han diseñado, con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud, un 'test de la felicidad' óptimo para evaluar el bienestar subjetivo de grandes muestras poblacionales y para ser utilizado como indicador de progreso social.
Una de las claves para estar contento en el trabajo es ganar mucho dinero, pero igual de importante, si no más, es que el sueldo no sea inferior al de nuestro grupo de referencia. Eso revela un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid.