Varios estudios muestran que escuchar melodías o tocar un instrumento han aliviado la carga psicológica de la covid-19 a personas de todo el planeta, proporcionándoles tres beneficios difíciles de lograr en meses de confinamientos y crisis mundial: placer, desahogo de emociones negativas y conexión con uno mismo.
En la primera oleada de la pandemia, la disponibilidad y el uso de sustancias psicoactivas se redujeron en España. Ahora, grupos de investigación estudian el consumo en solitario durante las ‘raves’ virtuales. Preocupa el efecto rebote que se producirá cuando se pueda volver a discotecas.
Un estudio observacional de investigadores holandeses ha detectado que el riesgo de sufrir crisis epilépticas por parte de personas susceptibles aumenta hasta tres veces en presencia de luz estroboscópica, utilizada en los festivales de música dance. Por ello, piden medidas de prevención.
Días de música, diversión y buen tiempo (casi siempre). Bajo estas premisas miles de personas asisten a la multitud de festivales que tienen lugar cada verano a lo largo del territorio español. Como en cualquier aglomeración de gente, hay riesgos para la salud a tener en cuenta. Nada grave si se posee la inmunización necesaria y cierto sentido común. Así que prepárense para disfrutar, en Sinc nos vamos de festival.