Cada año mueren en todo el mundo entre 160.000 y 300.000 aves marinas debido a las capturas accidentales en el palangre. Esta es la principal causa del declive de tres especies endémicas de pardela. Según un nuevo estudio, para impedir que los barcos palangreros atrapen a los pájaros en el Mediterráneo la mejor estrategia sería calar las artes de pesca por la noche, cuando las aves son menos activas para robar los cebos.
Las capturas accidentales, un fenómeno habitual que está ligado a las artes de pesca, es una de las grandes amenazas para la conservación de las poblaciones de aves marinas. Determinar la mejor estrategia para reducir la captura accidental de aves marinas por los palangreros es el objetivo de la campaña científica del equipo dirigido por el profesor Jacob González-Solís, del Instituto de Investigación de Biodiversidad de la Universidad de Barcelona.
Un nuevo blog impulsado por el equipo que dirige el profesor Jacob González Solís, del Departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigación de Biodiversidad de la UB (IRBio), ambos adscritos al Barcelona Knowledge Campus, da a conocer los avances de un proyecto que estudia la captura accidental de aves marinas por los palangreros del Levante peninsular, un fenómeno bastante habitual que está ligado a las artes de pesca.
La Comisión Europea (CE) aprobó en los años ’90 una serie de medidas de gestión para evitar la sobreexplotación de los recursos pesqueros. Un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) demuestra ahora que la Política Pesquera Común en Europa ha promovido la extensión de la flota europea hacia ecosistemas más vulnerables como las aguas profundas. No obstante, la próxima reforma de la política pesquera podría revertir la tendencia y alcanzar la sostenibilidad de los recursos marinos.