Investigadores de la Universidad de Extremadura y la Universidad de Roma La Sapienza han demostrado que un gradiente de temperatura, inducido por la presencia de paredes laterales en un sistema, es capaz de generar un movimiento de convección desconocido hasta ahora en medios granulares. Estos están formados por partículas microscopicas que se comportan como un fluido, y su nueva dinámica ofrece aplicaciones potenciales en las industrias aeroespacial y farrmaceutica.
La experiencia nos dice que un vaso cilíndrico con líquido se vacía cuando se pone en posición horizontal pero, en cambio, una pajita con líquido no lo hace. Una investigación liderada por la Universidad Carlos III de Madrid ha estudiado bajo qué condiciones el líquido en cuestión permanece o fluye y su hallazgo apunta a que no solo importa el tamaño del tubo, sino también su forma. Los resultados son tan sorprendentes como contraintuitivos y han dado lugar a la solicitud de varias patentes internacionales.
La aplicación de un campo eléctrico al flujo de chocolate en las fábricas permite reducir su contenido en grasa. El avance lo han logrado investigadores de la Universidad de Temple, en EE UU, mediante una técnica que reduce la viscosidad del producto. El resultado es un chocolate más saludable.
Un par de científicos del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT) han resuelto el problema que planteó el matemático británico Lord Kelvin en 1875 como camino para entender la estructura atómica de la materia. El estudio muestra que los fluidos en equilibrio, como el agua que fluye constante por una cañería, pueden esconder estructuras en forma de donut retorcido de manera compleja.
Dos investigadores de la Universidad de Sevilla han impactado gotas contra una superficie dura y lisa para modelizar lo que ocurre al salpicar. El juego de velocidades que entran en juego y el tipo de gas del entorno determinan que la gota se mantenga o desprenda gotitas.
Investigadores de la Universidad de Valladolid y de otros centros suecos y polacos están estudiando el flujo de aire que se produce en un quemador. Se trata de un proyecto internacional para desarrollar una combustión más eficiente, una llama estable y menos emisiones de óxidos de nitrógeno.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Valladolid trabaja desde hace varios años en el estudio del flujo de aire en el sistema respiratorio humano mediante simulación numérica y experimental. El objetivo es profundizar en cómo es la respiración de una persona a escala real, para lo que han construido una cavidad nasal y han realizado diferentes mediciones. Como detalla a DiCYT César Méndez, coordinador del Grupo de Investigación Reconocido (GIR) de Ingeniería de los Fluidos, se ha analizado “el flujo de la respiración en toda la cavidad nasal mediante simulación numérica, y después se ha construido una cavidad nasal cuyo volumen exacto se obtuvo mediante tomografías de una persona sana”.
Predecir cuándo se formará un tornado, cuándo romperá una ola o simplemente hacia dónde se moverá una gota sobre un plano son problemas tan difíciles como útiles. Si se resolvieran habría modelos de clima mucho más precisos y coches o aviones que consumirían mucho menos combustible, por ejemplo. El reto común a todos ellos es averiguar cómo se mueve un fluido, una pregunta a la que los matemáticos llevan enfrentándose desde el siglo XVII y que forma parte de los problemas llamados del milenio, cuya resolución se premia con un millón de dólares.