Un equipo liderado por la Universidad de Barcelona ha diseñado el primer fotofármaco con potencial terapéutico para luchar contra el párkinson. El compuesto, que se activa con luz del espectro visible, ha sido probado en modelos animales. Según los autores, los fármacos fotosensibles pueden actuar con mayor precisión espacial y temporal sin generar efectos perjudiciales en el organismo.
La optofarmacología permite aplicar luz sobre un fármaco fotosensible para controlar el proceso de acción farmacológica con precisión espacial y temporal. Así un equipo de científicos españoles ha diseñado in vivo el primer fotofármaco que posee potenciales aplicaciones terapéuticas para tratar el dolor.
Científicos de varios centros españoles han trabajado en una nueva vía hacia tratamientos para recuperar la función visual basados en moléculas pequeñas. El estudio consigue que proteínas de las neuronas implicadas en la visión puedan responder de manera parecida a la que se da en condiciones fisiológicas normales, desencadenando una respuesta cuando reciben luz.