Investigadores británicos y alemanes han demostrado por primera vez en el laboratorio la sensibilidad magnética de una proteína de los ojos de las aves migratorias que, al desencadenar efectos cuánticos, podría ayudarlas a orientarse utilizando el campo magnético de la Tierra.
Un trabajo, en el que participan investigadores de la Universidad de Murcia, describe el funcionamiento de un nuevo tipo de proteínas fotorreceptoras que utilizan la vitamina B12 como molécula sensora de luz. Es la primera vez que se logra capturar las "instantáneas" de este nuevo fotorreceptor, nunca antes encontrado en la naturaleza. El estudio proporciona una nueva herramienta con aplicaciones en optogenética.