Un equipo de científicos, liderados por la Universidad de Bristol (Reino Unido), ha observado que el nivel de actividad de seis especies de quirópteros se redujo significativamente en los emplazamientos donde se agrupan estos paneles solares.
Captan y almacenan la energía solar durante meses, la transportan sin pérdidas ni residuos y la liberan dónde y cuando se requiera. Son las ventajas de los nuevos sistemas moleculares termosolares desarrollados por investigadores de la Universidad de La Rioja y otros centros internacionales, un avance en el desarrollo de técnicas para el aprovechamiento de esta energía renovable.
El proyecto europeo STARCELL de Horizonte 2020 tiene como objetivo la sustitución de dos materias críticas utilizadas en las tecnologías fotovoltaicas y su optimización mediante la introducción de materiales de kesteritas abundantes en la tierra. La inciativa, en la que participa el Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea y el grupo WIREC, ambos en Zaragoza, cuenta con un presupuesto total de 6,2 millones de euros.
Un nuevo sistema, desarrollado por investigadores de las unversidades Politécnica de Madrid y Pública de Navarra, es capaz de estimar las fluctuaciones de potencia de un conjunto de plantas fotovoltaicas en una misma región climática. Según sus creadores, la innovación permitirá conseguir una mayor penetración de esta energía renovable en el sistema eléctrico.
Hasta hace unos años, las energías renovables eran sinónimo de rentabilidad en España. Emilio Cerdá, profesor del departamento de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid, participa en un estudio en el que han analizado la rentabilidad de una planta solar fotovoltaica tipo, teniendo en cuenta los ajustes regulatorios de 2010-2013. El matemático analiza por qué llegó a formarse esta burbuja en el sector de las renovables.
Los paneles de las centrales fotovoltaicas se suelen inspeccionar in situ por técnicos especializados, pero investigadores de la Universidad de Huelva han desarrollado un nuevo sistema automático que mide la temperatura de cada panel de forma remota. Así se puede valorar su funcionamiento en tiempo real y detectar posibles fallos.
Un compuesto químico utilizado para hacer tofu y fabricar sales de baño también podría sustituir en un futuro inmediato a una sustancia altamente tóxica y costosa que se utiliza en las células solares, según ha revelado un estudio de la Universidad de Liverpool publicado esta semana en la revista Nature.
La Universitat de València lidera una investigación en nuevas células solares finas, flexibles y semitransparentes hechas de perovskita. Se podrían poner en las ventanas de los edificios, donde filtrarían rayos solares y, al mismo tiempo, generarían electricidad.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña han logrado fabricar microláminas circulares y flexibles de silicio de una forma más económica de la habitual. Estas estructuras son claves en la integración de microchips y el desarrollo de células solares.
La firma española Proxima Systems ha desarrollado un sistema de telemetría especializado en plantas solares fotovoltaicas de pequeña escala, con una potencia de hasta 50 kilovatios. El dispositivo permite monitorizar los distintos parámetros de la instalación y optimizar el consumo de la infraestructura a la que abastezca.