Othnielosaurus fue un pequeño dinosaurio bípedo de menos de dos metros de longitud y 15 kilos de peso que vivió a finales del Jurásico en lo que hoy es Norteamérica. Los fósiles de un individuo de esta especie, de hábitos vegetarianos, revelan que sufrió dos fracturas en su pie izquierdo, además de artritis, lo que le provocó una cojera que pudo acelerar su muerte.
Investigadores de la Universidad de Jaén han desarrollado un sistema con el que se identifican fragmentos de huesos tras una rotura para ayudar al facultativo a determinar cómo debe ser su restauración antes de una operación quirúrgica. De esta manera, los especialistas disponen de toda la información necesaria antes de la cirugía, y consiguen mejores resultados en la recuperación del paciente.
Investigadores de varias universidades andaluzas han diseñado un sistema que caracteriza las propiedades mecánicas de cada hueso para predecir la evolución de las fracturas óseas y sus tiempos de recuperación, usando técnicas nanométricas. Los resultados obtenidos permitirán a los especialistas realizar recreaciones computacionales de cada lesión para un tratamiento más personalizado.
Un total de 13 hospitales públicos de Castilla y León han puesto en marcha el primer registro de fractura de cadera por fragilidad en el anciano, el primero en España, una base de datos cuyo fin último es conocer las características demográficas, clínicas, funcionales y asistenciales de los pacientes ancianos que ingresan con fractura de cadera.
Investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y de la Universidad de Barcelona descubren, por primera vez, una mutación que predispone a que el hueso sea vulnerable a los bisfosfonatos, un fármaco que se usa para la osteoporosis. La consecuencia es que, en vez de fortalecer el hueso y evitar fracturas, induce un problema crítico que hace que el fémur sea más propenso a la fractura.
Lucy, la famosa Australopithecus afarensis, murió a los 20 años tras caer de un árbol, según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Texas. Lo más factible es que cayera desde una altura de más de 12 metros, golpeándose contra el suelo a más de 56 km por hora. Según el patrón de la rotura de los huesos fósiles, la hipótesis de los científicos es que aterrizó con los pies por delante, preparando sus brazos al caer hacia adelante, y falleció rápidamente.
Las caídas sufridas por las personas mayores y las consecuencias derivadas de las mismas constituyen un gran problema de salud pública, por su creciente frecuencia y su capacidad de generar dependencia. Según un nuevo estudio, es posible identificar en el momento mismo de la caída a aquellas personas que tienen elevado riesgo de presentar una mala recuperación funcional.
Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han demostrado en estudios in vitro que a dosis terapéuticas el ibuprofeno, un antiinflamatorio no esteroideo (AINE), favorece la regeneración del hueso en reparación tras una fractura o una cirugía.