En el mercado europeo se ha comenzado a detectar azafrán adulterado con extractos del fruto de la gardenia, un producto prohibido en Europa. Para confirmar las partidas fraudulentas, investigadores de la Universidad de Alcalá han patentado una técnica cromatográfica que permite identificar el genipósido, un compuesto que solo llevan los frutos de la gardenia pero no la flor del azafrán.