Los datos de la web Geni.com, proporcionados por fans de la genealogía, han servido a un equipo de investigadores para elaborar líneas de relaciones familiares a escala poblacional. Los resultados reflejan hechos históricos, como la alta mortalidad durante las guerras. También revelan que las mujeres han migrado más que los hombres, pero a distancias más cortas; y que si ya no nos casamos con nuestros primos no es gracias al desarrollo de los medios de transporte, sino a otros cambios culturales.
Investigadores belgas han comprobado que el porcentaje de hombres que, sin saberlo, crían hijos que no son biológicamente suyos es sorprendentemente bajo: entre el 1% y el 2%. Hasta ahora, la literatura científica había sostenido que este este índice llegaba hasta el 10%. Estas bajas tasas desmienten la idea de que las mujeres buscan buenos candidatos fuera de la pareja con el fin de obtener beneficios genéticos para sus hijos.
Investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela han estudiado los coeficientes de parentesco y consanguinidad de los Habsburgo entre los años 1450 e 1750 a partir de una base de datos que incluye más de 4.000 personas pertenecientes a más de 20 generaciones entre padres e hijos. El estudio de la consanguinidad en las poblaciones humanas es imprescindible para el de las enfermedades raras.