La colaboración científica ALICE del Gran Colisionador de Hadrones del CERN ha conseguido observar por primera vez el efecto deadcone, una característica fundamental en la teoría de la fuerza nuclear fuerte. Esta une dos tipos de partículas, los quarks y los gluones, para formar protones, neutrones y, en última instancia, todos los núcleos atómicos.
La colaboración científica JET, donde participan físicos de la Universidad de Santiago de Compostela, ha medido de forma precisa la microestructura del plasma de quarks y gluones, el estado de la materia que dominó el universo instantes después del Big Bang. El resultado revela a escala microscópica cómo es este fluido, cuyo comportamiento lo hace ser un 'líquido perfecto'.