Neurólogos españoles han analizado los golpes en la cabeza de los jugadores profesionales en los Mundiales de Fútbol a lo largo de 50 años y ha observado un aumento significativo de estos impactos, debido a un estilo de juego más agresivo, competitivo y de mayor fuerza física. El estudio prevé que esto provocará un aumento de los casos de demencia, párkinson y ELA en este colectivo en los próximos años.