Las dietas con las que se pretende bajar de peso, a menudo, recomiendan la restricción del consumo de hidratos de carbono. Esto se explica porque al consumir pocos carbohidratos se reduce la producción de insulina y se aumenta la quema de lípidos. Sin embargo, un equipo internacional de científicos ha publicado un estudio en el que demuestran que la dieta baja en grasas provoca una mayor pérdida de grasa corporal que las dietas en las que se consumen pocos hidratos.