En poco más de una década, los robots serán mucho más que herramientas que nos ayuden en las tareas domésticas, en las cadenas de montaje o en el aparcamiento de un vehículo. Estaremos tan ligados a ellos que comenzará una hibridación entre ser humano y máquina, con las consiguientes desigualdades sociales, económicas y culturales que generará esta dependencia. Así lo revela Antonio López (Málaga, 1965), catedrático de Trabajo Social y Servicios Sociales de la UNED, en su último libroLa brecha robótica. ¿Una nueva frontera en el siglo XXI?
Una investigación de la Universidad de Liverpool (Reino Unido) ha demostrado que los mecanismos del pie humano no son tan únicos como se pensaba hasta ahora. Por el contrario, tienen mucho más en común con los pies flexibles de los grandes simios cuya parte media del pie es totalmente manejable y hace contacto regular con el suelo.
Dibujos y fotografías de los cuatro alisadores descubiertos al suroeste de Francia. / Imagen cortesía del Proyecto Abri Peyrony e-l'Azé Pech-de.
Las últimas dataciones realizadas en La Güelga –una cavidad situada en los Picos de Europa– revelan que los neandertales y los humanos modernos coexistieron en la zona hace alrededor de 40.000 años. Así lo demuestra un estudio dirigido por investigadores de la UNED, que ha analizado los depósitos arqueológicos de la zona más alta del abrigo rocoso.
Neil Harbisson es vegetariano y siempre prepara platos de verduras que suenen bien. Imagen: SINC
Neil Harbisson percibe el mundo en blanco y negro debido a una condición congénita llamada acromatopsia. El 'eyeborg' es su tercer ojo. Este dispositivo tecnológico, adherido su cabeza, traduce los colores a tonos musicales. Ahora quiere implantarse la herramienta en el cráneo para mejorar esta habilidad adquirida.
La reconstrucción de 27 huesos completos de extremidades humanas encontrados en Atapuerca (Burgos) ha servido para determinar la estatura de varias especies del Pleistoceno. Homo heilderbergensis, como los neandertales, tenía una altura similar a la de las actuales poblaciones mediterráneas.
Cuando los primeros seres humanos se convirtieron en carnívoros, su dieta permitió a las madres destetar a los bebés antes y tener más hijos, con efectos profundos en la dinámica de la población y el curso de la evolución humana, según investigadores de la Universidad de Lund (Suecia).
El momento y el patrón de migración de los primeros humanos modernos ha sido una fuente frecuente de discusión e investigación. Ahora, un nuevo estudio liderado por la Universidad de Oporto (UP, Portugal) y la Universidad de Leeds (Reino Unido) basa su investigación en el análisis genético para buscar pistas sobre la migración de estos primeros humanos modernos que salieron de África hace más de 60.000 años.
La integración morfológica, determinada genéticamente, dirige la evolución de la forma del cráneo humano, según un artículo publicado en la revista Evolution. El trabajo se basa en el estudio de 390 cráneos de la colección de los denominados cráneos decorados de la iglesia católica de Hallstatt (Austria), en la que participan investigadores de la Universidad de Barcelona