El infarto agudo de miocardio (IAM) es una de las principales causas de mortalidad y morbilidad en todo el mundo. A pesar de toda la investigación, hay una falta de marcadores tempranos para la prevención de los síndromes isquémicos agudos. Una investigación liderada por científicos del Institut Català de Ciències Cardiovasculars (ICCC) ha identificado cambios producidos en la Apolipoproteína J tras un IAM que podrían ser de gran utilidad para un diagnóstico precoz.
El Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares (ICCC) celebró en Barcelona la jornada de conferencias Enfermedades cardiovasculares: la prevención es la mejor solución con motivo del Día Mundial del Corazón. El ciclo se inició con la intervención de Xavier Pintó, que habló sobre los factores de riesgo relacionados con estas enfermedades que son la principal causa de muerte en el mundo.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Fundación Jiménez Díaz proponen una metodología que puede facilitar la búsqueda de nuevas proteínas relacionadas con la aterosclerosis, cuya presencia en sangre podría indicar un riesgo aumentado de sufrir un infarto.
La prevalencia de la diabetes está alcanzando proporciones epidémicas en los países desarrollados.
La grasa es una fuente de células madre mesenquimales, que poseen una gran capacidad de regenerar el tejido vascular del corazón. Así lo indica una investigación española, dirigida por Francisco Fernández-Avilés, investigador del Hospital Gregorio Marañón, que va a ser presentada durante el ‘VII Simposio sobre Terapia de Células Madre e Innovación Cardiovascular’, que se celebrará en Madrid los días 6 y 7 de mayo.