Quizá un yogur con anticuerpos de llama no atraiga a los sibaritas, pero puede ayudar a curar infecciones intestinales. Científicos del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), en colaboración con el Instituto Karolinska de Estocolmo, han desarrollado y patentado un tratamiento inmunológico oral de este tipo contra los rotavirus, que afectan a casi todos los niños menores de cinco años.
Larisa DeSantis, paleontóloga del Museo de Historia Natural de Florida, demuestra cómo sacó las muestras de esmalte de los dientes fosilizados de llama (Hemiauchenia macrocephala), para poder determinar el nicho alimenticio del animal.
La medición automática de la temperatura de la llama permitiría disminuir las pérdidas de energía y reducir los niveles de contaminación asociados.