Los resultados de un estudio observacional entre personas de la tercera edad en Japón sugieren que la actividad física y social que implica tener un perro previene el desarrollo de impedimentos físicos durante la vejez. Los resultados se mantienen incluso después de tener en cuenta otros factores sociodemográficos y de salud que podrían influir en dicho riesgo.
De apenas 20 centímetros de altura, cráneo redondeado, patas cortas y morro achatado y similar a un chihuaha o un pequinés. Así era el perro, cuyos restos se han encontrado en la necrópolis romana de Llanos del Pretorio en Córdoba, que convivía con los romanos hace dos milenios. Se trata de uno de los perros pequeños más antiguos del Imperio Romano.