Tomas una píldora para aliviar la ansiedad. Lo que no te esperas es que su principio activo sea una bacteria que vaya directa a tu intestino y desde ahí avise al cerebro para calmar tus nervios. Es un psicobiótico. Investigaciones en modelos animales han demostrado el potencial de algunos microorganismos para tratar diferentes trastornos mentales, pero los científicos advierten que es un área de estudio muy incipiente, donde escasean los ensayos con humanos.
La gran pregunta es cómo llegan los psicobióticos a tener efectos sobre la psique. Lo explicamos en esta infografía. José Antonio Peñas | SINC
Investigadores de la firma Sequentia Biotech han desarrollado Gaia, una herramienta bioinformática on line capaz de gestionar y analizar datos metagenómicos de cualquier comunidad microbiana (bacterias, virus y eucariotas) generados por tecnologías de nueva secuenciación aplicadas a la genética humana, animal y vegetal. El software permite además comparar las muestras en tiempo real.
Investigadores del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas de la Universitat de València y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, han propuesto un cambio en la manera de llevar a cabo los estudios sobre la composición microbiana de muestras biológicas mediante secuenciación masiva. El artículo plantea que los datos masivos se tienen que integrar con criterios de cultivo microbiano innovadores, e interpretarse desde el punto de vista ecológico.
Dieta, medicación, sexo, edad y tiempo de tránsito en el intestino son las variables que más influyen en su flora, tal y como apunta uno de los mayores estudios realizados hasta el momento sobre estas poblaciones. Los hallazgos publicados en Science revelan asociaciones entre la composición de la flora intestinal y el consumo de cerveza o de chocolate negro, entre otros descubrimientos.
En los nacimientos por cesárea los niños no se exponen al microbioma vaginal de la madre, lo que se ha asociado con un mayor riesgo de padecer enfermedades inmunológicas y metabólicas. Un estudio piloto ha conseguido, por primera vez, transferir parcialmente estas bacterias limpiando a los recién nacidos con una gasa incubada en la vagina de las progenitoras una hora antes del nacimiento.
La neurobióloga californiana Elaine Hsiao durante su estancia en Barcelona. / Marta Palomo, Sinc
No ha cumplido treinta años y ya tiene su propio laboratorio en el Instituto de Tecnología de California. Elaine Hsiao estudia cómo las bacterias del intestino interaccionan con el cerebro y qué papel desempeñan en el desarrollo del autismo.
Desde el nacimiento, millones de bacterias empiezan a colonizar nuestro intestino. Desempeñan un papel fundamental para mantener la salud física pero, además, podrían tener mucho que decir en la personalidad. Modifican el estado emocional, influyen sobre la memoria, el estado de ansiedad e incluso serían clave a la hora de elegir compañía sexual, como apuntan estudios con animales. Sin ellas no seríamos quien somos.