Según la encuesta de Salud Mental del CIS en España, tan solo el 16,9 % de los hombres reconoció haber llorado por la pandemia, frente a un 52,8 % de las mujeres. El llanto, que nos acompaña desde que nacemos, no está influido solo por las hormonas. Influyen las normas sociales, la cultura y la personalidad.
La actual crisis sanitaria ha hecho que términos como “covid-19”, “coronavirus”, “confinamiento” o “PCR” formen parte de un lenguaje covídico de uso cotidiano. Según lingüistas y filólogos, nuestro idioma se está adaptando bien al nuevo panorama léxico. Los expertos piden huir de metáforas bélicas y recomiendan usar escenarios sin connotaciones negativas.
Las enfermedades no golpean a todos por igual. El lugar donde se vive y trabaja, el nivel de ingresos y otras dolencias influyen en la salud, algo que está sucediendo también con la covid-19. Algunos expertos plantean que estamos ante una sindemia y que, para afrontarla, la medicina no basta.
Cuando estudiar matemáticas se asociaba con la docencia, era un título dominado por las mujeres. La situación dio un giro en 2012, coincidiendo con una mayor demanda para puestos tecnológicos y empresariales. Las expertas achacan el aumento del prestigio de la profesión a esta caída entre las jóvenes, algo preocupante ya que refuerza los estereotipos de género.
La facultad de comunicarnos mediante una lengua es única de los seres humanos, pero no solo de los Homo sapiens; seguramente también la tuvieron los neandertales. Desde hace medio siglo, la neurobiología trata de desentrañar cómo son las operaciones mentales que configuran el mosaico lingüístico.
Once años después, la Agencia Espacial Europea (ESA) inicia un proceso de selección de viajeros espaciales. Quiere potenciar perfiles tradicionalmente olvidados, como las mujeres y, por primera vez, convoca plazas para personas con discapacidad física. En octubre de 2022 conoceremos a las personas elegidas.
Dos décadas después de que se secuenciara el genoma humano, Europa quiere conseguir para 2022 una gran base de datos que conecte la información genómica de más de un millón de europeos para diagnosticar y tratar patologías raras, comunes, cáncer e incluso covid. Estados Unidos se ha propuesto una meta similar.
Aunque Filomena haya sido una nevada que no se había visto en años, en España otras borrascas también han azotado a numerosas poblaciones, desde la cornisa cantábrica a la costa mediterránea. Un vistazo a los documentos históricos refleja que hace décadas los vecinos también se ayudaban para despejar sus calles, la gestión de las basuras era un problema y el hielo dominaba aceras y calzadas varias jornadas.
Miles de familias no pudieron despedirse de sus seres queridos durante el inicio de la pandemia. En los últimos meses, a pesar de vivir una nueva escalada de casos, sanitarios y asociaciones de familiares confirman que la situación ha mejorado en hospitales y residencias, aunque los cuidados paliativos siguen siendo insuficientes.
En 2020 las navidades serán diferentes. El Gobierno limita las celebraciones a diez personas, fija toques de queda y pide evitar las reuniones con los no convivientes. Si estas se hacen, los expertos proponen autoaislarse días antes, hacer encuentros breves sin gritar, ventilar al máximo, mantener grupos burbuja y no olvidar las medidas básicas: lavado de manos, mascarilla y distancia.