La rodopsina, una proteína poco conocida hasta hace unos años, permite a gran cantidad de bacterias y arqueas marinas captar la energía del sol y utilizarla para crecer más rápidamente o sobrevivir ante la falta de nutrientes. Un nuevo análisis revela la gran importancia de las rodopsinas para la ecología marina y su gran potencial en aplicaciones biotecnológicas.
Científicos de varias instituciones españolas han comprobado que la cáscara de almendras favorece el desarrollo de ciertas bacterias implicadas en la producción de antibióticos que retrasan o inhiben el crecimiento de hongos en árboles de aguacates. Estas sustancias reducen o eliminan la actividad del microorganismo que pudre la raíz de estos árboles.
Después de realizar dos perforaciones en las entrañas de Río Tinto en 2011 y dejar pasar un año para que se asentaran, ingenieros y científicos del Centro de Astrobiología (INTA–CSIC) han colocado esta semana sensores en los pozos. El objetivo es monitorizar en tiempo real todos los parámetros fisicoquímicos de las perforaciones y la transmisión de la actividad metabólica del subsuelo por control remoto. Comienza así la segunda fase del proyecto Iberian Pyritic Belt Subsurface Life Detection, IPBSL.
El grupo de Investigación Microbiología de los Alimentos y del Medio Ambiente de la Universidad de Jaén estudia los mecanismos genéticos que utilizan las bacterias alimentarias para evitar el efecto de los compuestos que pretenden eliminarlos. En un estudio, publicado en la revista Food Control, los expertos se han centrado en los alimentos ecológicos.
Investigadores de los departamentos de Microbiología e Ingeniería Civil de la Universidad de Granada han configurado biorreactores de bajo coste que depuran aguas residuales e industriales, seleccionando bacterias ‘a la carta’, en función del contaminante que se quiera eliminar. Los resultados han sido publicados en la revista Bioresource Technology.
El análisis de 800.000 secuencias genéticas de 92 muestras marinas evidencia grandes diferencias entre el Ártico y el resto de océanos, así como entre los dos océanos polares. Los resultados de este estudio internacional, que cuenta con participación de científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, sugieren que la comunidad bacteriana no tiene capacidad para dispersarse con facilidad.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) junto con la Universidad de California en Santa Bárbara sugiere que la emisión de CO2 por parte del suelo debido a la lluvia tras un periodo prolongado de sequía se debe principalmente a fenómenos físicos y no metabólicos.
La revista americana Proceedings of the Nacional Academy of Science (PNAS) recoge en su edición de hoy un artículo de un grupo de investigación de la Universidad de Salamanca que revela cuál es la molécula clave en la absorción por parte de algunas plantas, a través de su raíz, de Rhizobium, un microorganismo que capta el nitrógeno necesario para un mayor desarrollo de las leguminosas. Se trata de la celulasa CelC2.