Una persona que empiece a fumar a los 12 años tiene más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular y de mortalidad que una que lo haya hecho a partir de los 18. En Europa los jóvenes se inician en el hábito a los 16,6 años de media. Los fumadores tienen el doble de riesgo de enfermedad coronaria e ictus respecto a los no fumadores.